sábado, 28 de enero de 2012

Copérnico o una foto del antes y el después



Según un grupo de científicos polacos y suecos así luciría el astrónomo Nicolás Copérnico en una foto carnet. Pero lo que realmente importa es que el hombre de la fotografía sin dudas marco un antes y un después. Antes de él, la Tierra permanecía quieta, extremadamente inmóvil en el centro de todo. El sol en cambio se fatigaba con cada vuelta que daba alrededor del planeta.

Ser geocentrista era estar a la moda. Seguir a Aristóteles, un científico y filósofo de la Antigua Grecia, o a Ptolomeo, un astrónomo que tuvo el privilegio de trabajar en la desaparecida y famosa biblioteca de Alejandría, era considerado como lo más popular.

Antes de este señor, intentar explicar el movimiento y la posición de algunos planetas era misión más que imposible. Complicada incluso para los hombres de ciencia, quienes debían apelar a complejos artificios para determinar por ejemplo porqué dos planetas como Mercurio y Venus siempre se divisaban cerca del sol.

Previo a la llegada de Nicolás Copérnico reinaba el sentido común. La vista en el horizonte cada día afirmaba que era el sol el que se movía y entonces las cosas no podían ser de otra manera

Después de Copérnico todo fue muy diferente. Las ideas de Aristóteles y Ptolomeo, luego de un dominio de casi 2000 años, no tuvieron otra opción que dar un paso al costado ante una nueva visión del mundo. “El centro de la tierra no es el centro del universo, lo es solamente de la gravedad y de la órbita de la luna. Todos los planetas se mueven alrededor del sol como su centro, así el sol es el centro del universo”, afirmó el astrónomo.

Un verdadero golpe al mentón del sentido común fue el que asestó Copérnico. Todo concretado con la simpleza y sutileza de las grandes obras maestras. Aunque Copérnico no encontró respuestas para todo, su modelo hizo las cosas un poco más sencillas. Para la ciencia ya nada fue igual, Copérnico fue un gigante en el que reposaron luego otros científicos de la talla de Galileo, Kepler o el mismísimo Newton.

No hizo otra cosa que iniciar un fructífero periodo denominado revolución científica. Abrió el camino para el devenir de la ciencia moderna ¿Qué más se puede comentar acerca de este prócer?

Entre otras cosas que nació en 1473 en una ciudad del norte de Polonia denominada Torun. También que fue una persona polifacética: estudio medicina, filosofía y derecho canónico, aunque también supo como descollar en astronomía.

El libro “Sobre las revoluciones de las esferas celestes” publicado en 1543 fue su punto cúlmine y le valió la gloria, pero además algunos desencuentros con la iglesia y su visión aristotélica del mundo adoptada por entonces. En los capítulos de ese texto fue donde instaló la teoría heliocéntrica. Aunque según cuenta la historia, fue Aristarco de Samos, un astrónomo y matemático griego que vivió entre el 320 y 250 a.C., el primero en colocar al sol en posición central en el universo hasta ese momento conocido.

Copérnico murió en 1543, en Frombork, un pueblo ubicado al norte de Polonia. Su cosmovisión aún perdura. Por suerte también la Tierra, y su incesante peregrinar alrededor del sol como un planeta más del sistema solar.

1 comentario:

  1. valentin spindler valentinaustria@gmail.com29 de enero de 2012, 2:21

    Estimado FERNANDO, aprovecho este comentario para invitarte al debate "Uso de metáfora en la divulgación científica" en LinkedIn - grupo periodismo.
    Estoy muy interesado en tu comentario crítico. GRACIAS
    valentin spindler valentinaustria@gmail.com
    (trabajo-investigo desde años tema suicidio, espec. "Suicidio y Medios de Comunicación"

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