viernes, 24 de febrero de 2012

Los trasplantes de órganos y la necesidad de donantes



Bitacora Suite.101: Artículos de otro espacio y tiempo para un mundo curvo y circular.


Existen oportunidades en que, lamentablemente, las enfermedades montan en cólera y ponen en jaque a la salud de las personas. Pero incluso en una partida cerrada, gracias a una verdadera jugada de enroque de órganos digna del mejor de los ajedrecistas, los médicos logran encontrar siempre un lugar seguro en el tablero para proteger y mejorar la calidad de vida de sus pacientes.

Corazón: la experiencia española

Desde mayo de 1984 hasta diciembre del 2008 se realizaron en España, según un reporte publicado este año en la Revista Española de Cardiología, 5476 trasplantes y 180 retrasplantes cardíacos.

El corazón funciona como una verdadera bomba contráctil aspirante e impelente de sangre hacia los diversos órganos del cuerpo humano. Pero existen diversas enfermedades que pueden afectar profundamente la función cardíaca y desencadenar así una situación conocida como insuficiencia cardíaca. En algunos casos esta falla en el funcionamiento por ser refractaria a los tratamientos con medicamentos convencionales, adquiere el rótulo de irreversible.

En esa situación se encontraban todos los pacientes que concurrieron a los 19 centros sanitarios dispersados por toda la península, durante el período comentado en el artículo por el doctor Luís Almenar Bonet, en representación de los Grupos Españoles de Trasplante Cardiaco. Arrastraban en el último tiempo, un cortejo de síntomas y signos tales como una sensación de falta de aire incapacitante y una retención crónica y generalizada de líquido que era en definitiva responsables de una pobre calidad de vida.

Números rojos en listas de espera

Los médicos españoles aceptaron el desafío y gracias a su constante perfeccionamiento, las estadísticas demostraron paulatinamente con el correr de los años mejoras sustanciales en las sobrevidas de los pacientes y menores registros de complicaciones tales como por ejemplo el rechazo cardíaco.

Pero también existieron algunos números no del todo auspiciosos. Durante el año 2008, el tiempo promedio que los enfermos debieron aguardar en lista de trasplante, debido a la falta de un órgano, fue de 111 días. Lo que motivó que lamentablemente el 8 % de los pacientes fallecieran mientras se encontraban a la espera.

Un trasplante hepático en Argentina


Segundas partes a veces son buenas. Para sustentar dicha afirmación, nada mejor que reparar en una joven argentina de sólo 19 años llamada Pilar Chávez. “Pili” para sus amigos, batalló durante años contra una infrecuente enfermedad crónica del hígado conocida como glucogenosis pero finalmente a mediados de noviembre del corriente año debió ser sometida a un trasplante hepático.

Lejos de marchar bien, las cosas se descarrilaron y un fallo en el órgano trasplantado la traslado en menos de 48 horas a una terapia intensiva de un hospital de la ciudad de Buenos Aires en donde fue conectada a un respirador y declarada en emergencia médica nacional. La única salida posible era un retrasplante.

Busqueda de donantes

Desde ese momento, su imagen transitó todos los medios de comunicación del país. Sus familiares angustiados, pedían por la aparición de algún donante, mientras que el resto de las personas se solidarizaban en cadenas de oración. “Pili” en tanto resistía.

El 19 de noviembre del corriente año, por fin llegó la buena noticia. Cinco días luego de la primera operación, un tío de la joven anunció con alegría que “Pili” había salido del quirófano y que el nuevo trasplante había sido un éxito. Los partes médicos de las primeras horas también eran alentadores.

Pero mucho más aliviador, fue sin dudas ver a la propia joven en buen estado de salud. Luego de unos días de la operación, pudo agradecer, a través de un video grabado para un canal de noticias local, a todos los que de una u otra forma se preocuparon por ella.

Meses para una Cornea o un riñón

Si usted se enojó alguna vez por tener que perder el tiempo en una cola de un banco o al comando de un automóvil en un embotellamiento en hora pico, tenga por favor en cuenta que existen otras personas que la pasan un tanto peor.

Los enfermos mexicanos aguardan aproximadamente tres meses para recibir un trasplante de cornea, los uruguayos hacen lo mismo durante 24 meses por un riñón y los norteamericanos entre uno a dos años por un nuevo pulmón.

De cara al contrincante, involucrarse es la estrategia

Los inconvenientes vinculados con la escasez de donantes de órganos constituyen una preocupación central de los expertos trasplantólogos de todo el planeta. Es por ello que, hoy y siempre, es un buen momento para no perder el tiempo, activar el reloj, involucrarse con el problema y en definitiva ayudar, desde su lugar, a mover las piezas hacia delante, en una contienda que promete no acordar tablas.

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