viernes, 13 de abril de 2012

Crean mosquitos resistentes al virus del dengue



Bitacora Suite.101: Artículos de otro espacio y tiempo para un mundo curvo y circular.


El dengue es un problema de salud pública extendido en numerosos países del planeta Tierra. Prueba de ello son los 50 millones de casos que se registran anualmente en la población del mundo, según los datos estadísticos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las autoridades sanitarias de diversos países se encargaron en los últimos años de recomendar, en forma enfática y por todos los medios de comunicación masiva, las simples y efectivas medidas preventivas destinadas a combatir al mosquito transmisor responsable de la enfermedad en humanos. Pero quizás en un futuro podrán contar también con algunas otras opciones: una bacteria denominada Wolbachia según recientes hallazgos científicos fue útil para dotar a los mosquitos Aedes aegypti con una saludable resistencia frente al virus responsable del dengue.

Genes y resistencia

El investigador Guowu Bian lideró un grupo de científicos del departamento de entomología y genética de la Universidad de Michigan, en los Estados Unidos. Ellos ya conocían -gracias a trabajos anteriores de otros expertos- que el valerse de la capacidad de Wolbachia para infectar a los mosquitos hace factible introducir en ellos genes que posteriormente los convierten en resistentes al dengue. Pero como bien se sabe, los buenos científicos son fanáticos de las cosas sencillas. Entonces surgió una pregunta: ¿Podía Wolbachia prescindir de genes y por si sola frenar la infección? La respuesta fue publicada en el último número de la revista PLOS Pathogens.

Insectos saludables

Wolbachia no se dedica habitualmente a infectar mosquitos en la naturaleza, ni en los laboratorios. Por lo tanto, el primer arduo trabajo realizado por los científicos consistió en transmitirles la bacteria. La segunda misión imposible fue detectar rastros del virus del dengue en el intestino, tórax y glándulas salivales de algunos insectos expuestos a sangre contaminada. Sólo pudieron encontrar la inocua Wolbachia.

Bian cree que gracias a la infección provocada con dichas bacterias, los mosquitos potenciaron su propia capacidad inmune. Pero debido a que el virus del dengue necesita imperiosamente de toda la maquinaria metabólica de su alado anfitrión para lograr su multiplicación, tampoco descartan que una modificación en dicho andamiaje o incluso una competencia directa con la tenaz bacteria sea responsable del beneficioso efecto observado.

Nuevos estudios se requieren para dar cuenta de dicha interacción. Lo concreto es que pasados los 14 días de la infección con Wolbachia, al menos el 37% de los mosquitos de laboratorio no contaban en su interior con la presencia del virus. Los que no portaron la bacteria se infectaron en un 100%.

Reemplazo de mosquitos

La OMS afirmó que el 40% de la población mundial corre riesgo de contraer dengue. El adecuado control de los mosquitos es una estrategia crucial para hacer frente a la instalada epidemia. Es por ello que los sanitaristas recomiendan por ejemplo librar una batalla denodada contra los reservorios de agua, a los que catalogan como verdaderos criaderos de mosquitos. Otros además consideran viable en un futuro, el reemplazo de la población de mosquitos susceptibles al virus por otras mucho más resistentes. No existen por el momento vacunas preventivas, ni un tratamiento específico contra el dengue. Quizás Wolbachia también pueda prestar ayuda.

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