lunes, 23 de diciembre de 2013

Ensayos Escogidos: La rebeldía dopada

(Redactado en 2012)

No se trata solo de balas para los indígenas mexicanos del estado de Chiapas o gas pimienta para los indignados norteamericanos de Wall Street. Tampoco policías antidisturbios para los Víctor Choque o Teresa Rodríguez de la democracia argentina. La lucha contra la rebelión en este sistema se ejerce también de manera precoz y con sigilo. Sin la triste espectacularidad mediática, pero con igual brutalidad.

Es así como las promesas de cierta política de estado, la supuestas conveniencias de un tratado, la obediencia a una ley, la fe ciega en un precepto religioso, incluso el respeto al guardapolvo de un médico, pasan a constituir verdaderas herramientas de control social. Opresión con silente represión y ejemplos de a montones. Los pies descalzos y cansados de hombres y mujeres indígenas zapatistas, quienes antes de levantarse pisaron durante más de 500 años el fértil suelo chiapaneco, la oscuridad de la Ley de Punto Final sancionada durante los ochenta en Argentina, la demonización de la rebeldía -secundada por el temor al pecado- en el Nuevo Testamento, los rótulos del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales.

Si, leyó bien. Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. O si prefiere DSM, según sus siglas en inglés. Nada menos que la Biblia de la psiquiatría moderna. Consiste en un conjunto de enunciados descriptivos que en la actualidad se utilizan para definir si usted se encuentra en su sano juicio o por el contrario necesita la ayuda de algún profesional de la salud. La historia cuenta que la primera versión de este manual, redactado por la Asociación de Psiquiatría de los Estados Unidos, vio la luz en 1952. Desde entonces se mantuvo siempre vigente. En 2013 por estas pampas transitará ya la quinta versión.

Son alrededor de 36.000 los psiquiatras afiliados a la asociación en los Estados Unidos, pero millones los profesionales de la salud que en todo el mundo han adoptado al DSM como material diario de consulta. Su presencia hoy no se circunscribe al ámbito especializado de los consultorios de salud mental, también no es infrecuente de encontrar sus códigos en las historias clínicas de médicos generalistas y psicólogos que trabajan diariamente en centros de atención comunitaria.


Por si esto fuera poco, paulatinamente el DSM -herramienta de la biopolítica al fin- ha logrado también constituirse en juez de diversas cuestiones que exceden lo meramente sanitario. La inimputabilidad de una persona en una causa por algún delito descansa generalmente en sus hojas. También la declaración de incapacidad laboral de un trabajador y sus imprevisibles consecuencias.  


El poder psiquiátrico

A pesar de que seas rey, dejarás de serlo si estás loco y por más que estés loco no por eso serás un rey”, era la sentencia que según el filosofo francés Michel Foucault molestaba constantemente los oídos de Jorge III, soberano del Reino Unido durante el periodo comprendido entre 1760 y 1801. En su libro titulado “El Poder Psiquiátrico” Foucault afirmó que en esa frase “podía verse a la soberanía, a la vez enloquecida e invertida contra la disciplina macilenta".

El rey asistía entonces a una función que nunca hubiera querido presenciar, la de su propia caída. Su poder secular se encontraba ahora de rodillas frente a otro un tanto más discreto: el denominado poder disciplinario.
Dos de sus antiguos pajes, de una estatura hercúlea, quedan a cargo de atender sus necesidades y prestarle todos los servicios que su estado exige, pero también de convencerlo de que se encuentra bajo su entera dependencia y que de allí en más debe obedecerlos”, relató Foucault en otro pasaje de su libro. El poder disciplinario se ejercía en forma continua y temprana ante el mínimo atisbo de delirio del monarca. Sus servidores ya no se caracterizaban por actuar siempre en consonancia con la voluntad del rey, sino que por el contrario se encargaban de reprimirla cuando se expresaba por encima de sus necesidades, por encima de su estado.
Este verdadero estandarte de la realeza había sido colocado entonces entre paréntesis y aislado del exterior. Privado de la siempre asimétrica relación con sus súbditos. Cientos de personas que no individualizaba, pero que siempre lograba abarcar en multiplicidades. Ahora Jorge III se enfrentaba a un poder difuso y sin rostro. Concretamente a un poder psiquiátrico, que a diferencia del poder soberano tendía siempre a individualizar hacia su base. Según Foucault, la disciplina no buscaba ya solo la sustracción de productos sino que iba por más: nada menos que la captura total del tiempo, los gestos y el comportamiento del individuo.
Lo relatado acerca del rey caído en desgracia no es una simple anécdota. Constituye el hito fundacional de lo que luego se denominaría psiquiatría. Ocurrió a finales del siglo XVIII, época en la cual emergen y comienzan a organizarse algunos hospitales psiquiátricos en diversos países europeos. Foucault elige la historia de Jorge III, incluso por encima de otra considerada por muchos como más representativa. Específicamente la del médico francés Philippe Pinel y los enfermos mentales agradecidos y curados, luego de ser liberados de pesadas cadenas en las celdas del hospicio francés de Bicêtre. A esa última imagen la trata con desdén. Según el filósofo allí no se asistió a un acto humanitario, nada fue gratuito. Ocurrió solo una traslación desde un poder soberano, representado en este caso por las cadenas, hacia otro también de sujeción comandado por la obediencia y la disciplina.
El nuevo poder emergente procura desde entonces siempre actuar en forma continua y temprana. Como ocurrió en Bicêtre, con las personas liberadas perfectamente visibles y en situación permanente de ser observadas. Según Foucault, introducidas en un panóptico -un verdadero dispositivo disciplinario- hasta llegado el momento en que todo funcione por sí solo, la vigilancia tenga únicamente un carácter virtual y la disciplina adquiera por fin la categoría de hábito. 
El reparto de etiquetas
Aunque seas rey, dejarás de serlo si el DSM dice que estás loco. Pero sucede que si se sigue al pie de la letra la principal herramienta del poder psiquiátrico, pocos serán los que estén en condiciones de evitar ser catalogados como trastornados mentales. Algunas estadísticas afirman por ejemplo que uno de cada cuatro norteamericanos sufre de un problema mental diagnosticable por medio del manual.
Dicha inflación o sobrediagnóstico de los desordenes mentales entre otras cosas se ha debido a la progresiva incorporación de nuevas entidades durante cada actualización sufrida por el DSM. Para tener una aproximación a lo acontecido basta solo con reparar en los 119 trastornos incluidos en 1968 -en ocasión del lanzamiento del DSMII- y luego comparar esa cifra con los más de 300 del aún vigente DSMIV.
Para lograrlo el manual desde sus comienzos no ha hecho otra cosa que borronear el límite que separa a una conducta normal -y en cierta situación hasta esperable- de un trastorno mental. Es así entonces como por ejemplo un niño con mal comportamiento en el aula, bajo rendimiento escolar y poca motivación por aprender, luego de ser detectado por la maestra y derivado al psiquiatra, pasa rápidamente a padecer un Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad. Una etiqueta regalo de cortesía del DSMIV, y que por otra parte ya lucen nada menos que alrededor del 5 al 10 por ciento de los niños en edad escolar de todo el mundo.
¿Pero quiénes son los encargados de repartir esa y las otras mas de 300 etiquetas? La respuesta es un tanto compleja. Por un lado se podría afirmar que el responsable no es otro que un grupo de expertos convocados por la influyente asociación estadounidense de psiquiatras. No hay dudas que son ellos, por medio de su opinión y voto, los encargados finales de decidir cual es la etiqueta que se viste de gala y pasa a recorrer el mundo globalizado a bordo del último modelo del DSM. También podría argumentarse que los encargados del reparto son los profesionales de la salud, en la soledad de un consultorio y con matrícula habilitante.
Pero dicha verdadera imposición de sentido hoy es propinada por otro actor principal. Alguien difuso y sin rostro, como el que traumatizó al rey Jorge III. Un ente con el poder suficiente como para transformar a sus etiquetas en discursos universales. En definitiva, con la capacidad para construir la hegemonía que reina por estos días en la psiquiatría. Para que prolongar el suspenso, si la respuesta es previsible: el poder psiquiátrico ha sido desde hace un tiempo tomado por la industria farmacéutica.


Intencionalidad editorial
Es allí en donde la objetividad de cada una de las etiquetas del DSM comienza a tornarse un tanto difusa. Como dijo el periodista Victor Ego Ducrot, en su libro Intencionalidad Editorial: El sigilo y Nocturnidad de las prácticas periodísticas hegemónicas: una de las claves para desenmascarar una engañosa y proclamada objetividad de un medio periodístico reside en tratar de identificar un error deliberado. Aquel que permite a un discurso de clase o grupo convertirse finalmente en el discurso de todos.
Si se extrapola esto al DSM, un error difícil de pasar por alto radica en que según un estudio -publicado en una revista científica- casi el 70 por ciento de los expertos que delinearon el DSMIV tienen o han tenido vínculos laborales con la industria farmacéutica.
Industria que constituye un sector importante del poder económico capitalista. Según algunas consultoras, la actividad ha experimentado y experimentará un crecimiento sostenido en Argentina y en los restantes países latinoamericanos. Mientras tanto en los Estados Unidos aún se recuerda “casi a modo de hazaña” los 14.6 billones de dólares obtenidos gracias a la venta de antipsicóticos en 2009. También por supuesto los 9.9 billones de dólares recolectados a partir de norteamericanos con diagnósticos de depresión. Durante ese 2009, los medicamentos para tratar una psicosis fueron las drogas más prescriptas por los médicos en los Estados Unidos. Más que cualquier otro fármaco de venta bajo receta médica. Se vendieron como pan caliente.
Pero adjudicarle este superventas –en definitiva esta ideología consumista- solo a la lapicera de un médico de consultorio suena un tanto reduccionista y miope. Su otrora poder soberano también ha sufrido un duro disciplinamiento. No siempre es fácil escapar al rebaño, mucho menos resistir a la homogenización instaurada por el DSM.
  Imagen:  Flickr/ annrkiszt


Yo manipulo, tú manipulas
El poder psiquiátrico, de ahora en adelante poder farmacéutico, también ha introducido al médico en su panóptico. Se ha convertido con o sin proponérselo en un eslabón más de su circuito manipulatorio. Manipulado en tanto y en cuanto una institución con cierto prestigio y mayor poder en el ámbito de la psiquiatría mundial le construye el sentido de lo sano y lo enfermo. Manipulador, producto de la aún persistente obediencia debida de algunos pacientes a la receta médica.
Siguiendo algunos pasajes del libro compilado por Ducrot, podría afirmarse que el comprimido finalmente adquirido en una farmacia no es otra cosa que el resultado de una lucha de poder entre los distintos eslabones de un circuito manipulatorio. En este último combate intervienen los ya nombrados, pero se suman otros de característica diversa tales como: las instituciones sanitarias estatales y privadas, obras sociales, empresas de medicina prepaga, los medios de comunicación, los estamentos jurídicos, e incluso aquellos de índole laboral. Lo curioso es que en la actualidad todos los eslabones parecen estar motorizados por el combustible aportado por el DSMIV.
Omnipresente, siempre. Allá donde existe una política sanitaria, existe una justificación por medio de una estadística, facilitada gracias a la simple codificación que propone el manual. A la hora de cuestiones mas cotidianas como por ejemplo cobrar una consulta, el profesional muchas veces no tiene otra opción que colocar el diagnostico en formato DSM si desea que alguna prepaga finalmente se la abone. En el ámbito de los medios de comunicación, se recrean específicamente los descriptores de trastornos incluidos en el manual y se influye en los consumidores por medio de publicidades directas o en su defecto indirectas. Por último, las fojas de causas judiciales y los certificados de discapacidad laboral también han demostrado permeabilidad.
Constituye entonces el DSM, por supuesto siempre bajo el velo de una supuesta cientificidad, ni más ni menos que un fenómeno de control social. Cuenta con la vocación de ejercer una influencia sistemática sobre la opinión pública y las conductas de masas. Enunciado que nos remonta a la definición de propaganda. El manual no es otra cosa que un instrumento de persuasión que busca el consenso. Pero el gran poder económico acumulado por el sector farmacéutico -emisor en este caso del mensaje- aborta toda posibilidad de acuerdo y deja al DSM el camino libre hacia la imposición.
Como toda propaganda exitosa, el DSM lamentablemente ha servido para simplificar el concepto de los trastornos mentales. Ha sentado con énfasis las bases de los trastornos en el sujeto, sin reparar demasiado en la compleja trama social que moldean la génesis de un problema de salud mental. También ha logrado incrementar las ganancias de la industria farmacéutica por medio de la exageración y desfiguración de comportamientos considerados normales con anterioridad. El resto no fue otra cosa que orquestación, transfusión, unanimidad y contagio.

                                                                    Imagen:Flickr

Quiero un poco más
Pero lejos está de quedar satisfecho el poder farmacéutico. Siempre tiene lugar para más. Es así que a principios de este año anunciaron que para el próximo 2013 han logrado fabricar tres nuevas etiquetas para el aún en construcción DSMV. Tome asiento por favor: la tristeza, la timidez y la rebeldía serán considerados trastornos mentales pasibles de medicalización.
Por eso este texto no en vano iniciaba su recorrido con el recuerdo de los rebeldes indígenas zapatistas y la represión instaurada por el estado mexicano. Luego de leer la noticia de las etiquetas y sin ser adepto a la ciencia ficción, me los imaginaba, ya no como ese 2 de enero de 1994, masacrados por las balas militares al costado del mercado municipal de la ciudad mexicana de Ocosingo. Sino como personas dóciles y dormidas por algún fármaco novedoso. Especies de zombis dispuestos a cumplir- siempre con los pies descalzos, disciplinados y sin rezongos- una nueva condena al olvido por parte de un Tratado de Libre Comercio con países del norte. Ojalá me equivoque, pero al igual que le ocurrió a Foucault, debo decir que en ninguna divisé mayor humanismo que en otra. Las dos por igual me resultaron brutales.
Tuve luego tiempo para reparar en el Trastorno Oposicional desafiante del DSMV, ni más ni menos que el nombre ya reservado para a la rebeldía. Incluía a cualquiera que se haya sentido enojado, irritable, vengativo, pero también desafiante o argumentativo frente a la autoridad, durante al menos seis meses consecutivos. Un psiquiatra por Internet recomendaba tratar a niños y adultos con ritalina.
Intenté explicar porque el tratamiento farmacológico precoz y silente de niños considerados rebeldes me traía reminiscencias de épocas terribles de la dictadura militar argentina. Mas precisamente me recordaba al robo sistemático de bebes durante el oscuro proceso. Pensé luego en Choque y Rodríguez, muertos por la represión del estado en plena democracia. También en los mas de 500 años de argumentos nunca escuchados de los zapatistas.

Aún no pude ponerme a reflexionar si durante más de seis meses estuve irritable o desafiante. Prefiero en cambio escuchar cada vez que puedo el “Todos somos Marcos” del 2001 en el Zócalo del DF mexicano. También porqué no constatar como un petitorio en contra del lanzamiento del DSMV en pocos meses acumula más de 20.000 firmas en todo el mundo. Me parecen destellos luminosos de contrahegemonía. Ni más ni menos que diagnósticos saludables de rebeldía.

martes, 5 de noviembre de 2013

El shock de la dopamina


Sumó latidos para un buen día llegar a la cima. Era la estrella más requerida de las Unidades de Terapia Intensiva. Pero en la revista New England Journal of Medicine dicen que en el shock se le fue la vida. Para este descalabro circulatorio, nada mejor que Noradrenalina.  Menos arritmias, más sobrevida. Sístole y diástole, ascenso y caída. Que días de ritmo triste para la dopamina.

Imagen: Intropin

jueves, 17 de octubre de 2013

En medio de la Naturaleza Argentina

Logo



Entre magníficas fotos de la Naturaleza Argentina reposan algunos artículos que escribí. Medio ambiente, parques nacionales, ecología, biodiversidad. Si te interesan las temáticas te dejo a mano el link . Nos vemos.

Link: Naturaleza Argentina

martes, 24 de septiembre de 2013

Bdellovibrio: un germen desertor





Entre tanto fuego cruzado emerge Bdellovibrio bacteriovorus. Un desertor del batallón de bacterias, un posible aliado contra la multirresistencia. Leé el artículo publicado en el último de Newsweek Argentina aqui.

Imagen: Tecnópolis

jueves, 18 de julio de 2013

Masao Yoshida (Q.D.E.P.)



Masao comenzó a despedirse segundos luego del terrible tsunami ocurrido en Fukushima durante ese 11 de marzo de 2011. Era un ingeniero, también el capitán de una central de energía nuclear en problemas. “No espero salir con vida de ésta”, había manifestado en noviembre de 2011. Antes había transitado varios meses de extenuante trabajo en una planta colapsada ubicada al nordeste de Japón.

Rebelde y obstinado, no había acatado una orden de sus superiores. “Queremos que dejes de inyectar agua de mar en el reactor”, le habían ordenado. Michio Kaku, físico y divulgador científico, dijo que esa acción destinada a refrigerar el reactor evitó la explosión de su núcleo y aún mayores complicaciones ambientales.

Desde TEPCO, empresa encargada del manejo de la central, afirmaron que: “El cáncer de esófago que terminó con Yoshida no tuvo relación alguna con la radiación a la que fue expuesto durante su estadía en la planta”.

Masao tenía 58 años y había sido condecorado -de manera conjunta con otros trabajadores de la central- con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2011. Fue según manifestaron los responsables del premio debido a “su valor y comportamiento ejemplar”. 

Pero a Yoshida no le alcanzaba. Esperaba reponerse pronto y volver a liderar las acciones en curso, destinadas a menguar el impacto de la catástrofe nuclear. Lamentablemente no pudo. Para algunos un héroe, para otros no tanto. Pero en algo parece existir consenso, y es en que llevaba marcada a fuego una máxima hoy caída un tanto en desuso: en una tormenta el capitán siempre es el último que abandona el barco. Que descanse en paz.

martes, 18 de junio de 2013

Milonga para una vaca ñata


He visto una vaca ñata al caer la oración
Qué julepe, ante semejante manifestación
Alpargatas he gastado por la conmoción
Si hasta un surco ha quedado vecino a la ilusión.

Muñiz había contado con emoción
Que Darwin la usó para eso de la evolución
Valiente es ese inglés, si en una investigación
Enfrentó a esos ojos y dientes listos para la acción.

Hice lo que en ese momento me dictó la intuición
Paisano que huye, siempre sirve para otra ocasión
Pero parece que esos dientes son una vil perdición
Al animal durante la sequía le alteran la alimentación.

Al no juntar los labios rumia poco pasto y decepción
Ni con palitos, ni astillas de caña, logra paliar tal situación
Le va peor que a las otras vacas, en algo de la selección
Muñiz dijo que por eso se las cuidaba con devoción.

Triste es el destino de ese animal y su parición
Cuando nuevamente la vea voy a tener consideración
Y si es que hay que colaborar con su difícil nutrición
No me va importar demasiado que ya caiga la oración.

Imagen: Ciencia Hoy

sábado, 18 de mayo de 2013

TED talks: Ética en la investigación científica

No soy muy adepto a las charlas TED y toda su parafernalia, pero lo relatado por la disertante me pareció interesante. Habla de ética en la investigación científica en nuevos fármacos para pacientes con VIH. Especialmente en países en vías de desarrollo.

viernes, 12 de abril de 2013

Miastenia gravis: en busca de una casa para FAIAM




Desde hace mas de 20 años una entidad en Buenos Aires se dedica el diagnóstico y tratamiento de una enfermedad neurológica y muscular denominada Miastenia gravis. Se trata de la Fundación Ayuda Integral al Miasténico (FAIAM), un motor que se ha mostrado infatigatigable a la hora de asistir a estos complejos pacientes. Pero ocurre que a pesar de los kilómetros recorridos se encuentra ahora en problemas: un conflicto interno laboral y judicial recientemente ha desencadenado la pérdida de su sede.

 La miastenia gravis es una enfermedad crónica que se caracteriza por presentar debilidad muscular. Síntomas como visión doble, párpados caídos, dificultad respiratoria, trastornos en la deglución, imposibilidad de levantar objetos e incluso entre otros la incapacidad para sostener la cabeza, pasan a ser cotidianos y peligrosos en estos enfermos. Todo generado por la presencia de unos rebeldes anticuerpos que en vez de agarrarselas con peligros externos como un virus o una bacteria montan en colera con estructuras normales del organismo.

 Un mecanismo generador de enfermedad que ha sido catalogado por los médicos como autoinmune e involucra la zona en la cual un nervio y un músculo se asocian para generar una contracción muscular. Allí existen entonces estructuras diezmadas por los anticuerpos, e inoperantes para alojar a acetilcolina, una molécula fundamental y necesaria para el normal funcionamiento muscular. FAIAM en su ya larga trayectoria ha logrado sortear obstáculos externos. El diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno de los enfermos, la contención y asesoramiento de los pacientes y sus familiares, la difusión entre los médicos y la población en general de la existencia de un trastorno poco conocido denominado Miastenia Gravis, así como también la obtención de la gratuidad del tratamiento en Argentina para esta patología, han sido algunos de sus logros.

Paradójicamente por problemas intrínsecos, como los autoinmunes, hoy la fundación ve dificultada su labor. Directivos, profesionales de la salud y pacientes por medio de la iniciativa “Una CASA para FAIAM” buscan nuevamente levantar cabeza.

sábado, 6 de abril de 2013

Píldoras para no dormir en la Feria del Libro 2013 en Buenos Aires



 No dejes de pasar por el stand de Editorial de los Cuatro Vientos en la Feria del Libro 2013. Si te interesa la ciencia pedí mi libro Píldoras para no dormir. El 29 de abril, a las 19 horas, voy a estar por ahí. Nos vemos.

jueves, 4 de abril de 2013

Vinculan al tabaquismo con un mayor riesgo de padecer disfunción eréctil




A contracorriente de un conocido tango, fumar no parece ser ningún placer.  Entre las ya conocidas enfermedades cardíacas, pulmonares o renales que han sido vinculadas al nocivo hábito se posiciona gracias a un mayor peso en las evidencias la disfunción eréctil.

Un hombre que fuma tiene un 51% más de riesgo de no llegar a tener, o mantener, una erección durante una relación sexual en comparación con los que nunca fumaron. Para aquellos que abandonaron el hábito el riesgo es un poco menor: asciende al 20%. Lo anteriormente comentado surgió de un estudio publicado recientemente en la revista PLoS one.

Allí se reflejó como un grupo de científicos liderados por Shiyi Cao, investigador de la Universidad Huazhong en China, decidieron analizar ocho estudios previos que abordaban este tópico e involucraban a más de 28.000 personas. Con la conclusiones de su trabajo no hacen otra cosa que sumarse al coro de voces que entonan esas estrofas que dicen que fumar no es un placer, tampoco es genial, ni mucho menos sensual.

sábado, 9 de marzo de 2013

Misiones: Sapucay y divulgación científica


Pedí Píldoras para no dormir en Librería Tras los Pasos, Misiones. Ay,ay,ay,Ay,Ay

jueves, 7 de marzo de 2013

Carbonero, en invierno las calorías mandan




“Hay que pasar el invierno”, exclamaron algunos pájaros mientras veían como un artrópodo, su otrora importante fuente de alimento, se escondía entre la espesura de un bosque de la Europa Central. La nieve y los días más cortos generan un mayor trabajo a la hora de rastrear una presa y por si fuera poco el frío tampoco perdona. Desencadena un incremento en el gasto de energía necesario para subsistir. Todo esto se traduce en un disbalance entre el ingreso y el egreso de calorías, que afortunadamente algunas aves optan por enfrentar por medio de la búsqueda e ingesta de nutrientes más energéticos y con un alto contenido graso.

Según un grupo de científicos de la universidad alemana de Ulm, comandados por Swenn Renner, durante el crudo invierno un carbonero común -claro si esta en condiciones de elegir su menu- prefiere  ingerir alimentos con alto contenido de grasas. Gracias al empleo de recipientes con diferentes nutrientes, que hacían las veces de estaciones de alimentación colocadas estratégicamente, pudieron observar como los carboneros optaban por consumir semillas de girasol dejadas por los investigadores. Según quedó relatado en un artículo publicado recientemente en la revista PLoS one las ingerían más asiduamente que a otros alimentos ricos en hidratos de carbono, tales como la cebada o  la avena. Incluso con mayor voracidad que a unas vistosas frutas de bajo contenido energético denominadas rowanberries.

“Las semillas de girasol no serán unos apetitosos artrópodos pero también tienen lo suyo“, piensan los friolentos carboneros. Estamos en invierno dicen, y aquí las calorías son las que mandan.

Imagen: Efemedos-Flickr

martes, 5 de marzo de 2013

Rosario: pedi Píldoras Para no Dormir en Libreria Ross



 Si vivís, o pasás por Rosario, llevate de Librería Ross el libro Píldoras para no Dormir. Nos vemos.

sábado, 9 de febrero de 2013

Cambio climático: el gran desafío



Es importante que el mundo se una. Canta el lúcido de las patillas.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Los Twa: maestros de escalada



Nunca subieron al Monte Everest, tampoco descollaron por sus records en escalada en roca, pero tambièn son heroes modernos y merecen un poco de atención.  En la espesa selva africana de la República de Uganda, unos gigantes de 150 centímetros trepan regularmente árboles de una altura que llega a rozar los 50 metros. Son hombres de la étnia Twa, recolectores de miel en busca de sustento para su familia.

No usan arneses, aunque si logran poner en funcionamiento unas articulaciones del tobillo muy especializadas. Capaces de realizar un movimiento de dorsiflexión extremo, es decir llevar el pie hacia arriba en dirección a la cara anterior de la pierna, en un ángulo mayor a 45 grados durante el arbóreo ascenso. Vale la pena recordar que un humano industrializado durante la marcha presenta una dorsiflexión máxima que no supera los 20 grados.

Según un grupo de científicos de la universidad estadounidense de Dartmouth -liderados por Vivek Venkataraman- una mayor dorsiflexión acarrea un mayor acercamiento del centro de gravedad del escalador al árbol en cuestión. Esto finalmente se traduce en un menor gasto energético y un menor riesgo de caídas durante el ascenso vertical.

Los científicos llegaron a la conclusión por medio de ecografías -en un artículo publicado recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences- que esa extrema  dorsiflexión es posibilitada gracias a una mayor longitud  que lo habitual de  fibras de los músculos de la pantorrilla. Más precisamente los gemelos.  En la fisiología articular, una mayor longitud muscular se vincula a una menor rigidez,  mayor excursión de la articulación y mayor producción de fuerza durante la dorsiflexión extrema.  El resto para los Twa en gran parte parece ser solo determinación y una buena dosis de coraje.

jueves, 31 de enero de 2013

Vidala del hemolizado



Dando vueltas en la profundidad igual podíamos haberlo tenido todo
Si yo era el oxígeno de tus pulmones, un motor para tus mitocondrias
No se si fue un gen o un parásito el que escribió el último capítulo de la historia
Quizás no fuiste tu quien a traición despertó ese macrófago
Rojo rodé, me deformé, pero allí en el bazo comenzó nuestra anemia
Pensar que podiamos haberlo tenido todo, aún rodando en la oscuridad.