sábado, 9 de febrero de 2013

Cambio climático: el gran desafío



Es importante que el mundo se una. Canta el lúcido de las patillas.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Los Twa: maestros de escalada



Nunca subieron al Monte Everest, tampoco descollaron por sus records en escalada en roca, pero tambièn son heroes modernos y merecen un poco de atención.  En la espesa selva africana de la República de Uganda, unos gigantes de 150 centímetros trepan regularmente árboles de una altura que llega a rozar los 50 metros. Son hombres de la étnia Twa, recolectores de miel en busca de sustento para su familia.

No usan arneses, aunque si logran poner en funcionamiento unas articulaciones del tobillo muy especializadas. Capaces de realizar un movimiento de dorsiflexión extremo, es decir llevar el pie hacia arriba en dirección a la cara anterior de la pierna, en un ángulo mayor a 45 grados durante el arbóreo ascenso. Vale la pena recordar que un humano industrializado durante la marcha presenta una dorsiflexión máxima que no supera los 20 grados.

Según un grupo de científicos de la universidad estadounidense de Dartmouth -liderados por Vivek Venkataraman- una mayor dorsiflexión acarrea un mayor acercamiento del centro de gravedad del escalador al árbol en cuestión. Esto finalmente se traduce en un menor gasto energético y un menor riesgo de caídas durante el ascenso vertical.

Los científicos llegaron a la conclusión por medio de ecografías -en un artículo publicado recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences- que esa extrema  dorsiflexión es posibilitada gracias a una mayor longitud  que lo habitual de  fibras de los músculos de la pantorrilla. Más precisamente los gemelos.  En la fisiología articular, una mayor longitud muscular se vincula a una menor rigidez,  mayor excursión de la articulación y mayor producción de fuerza durante la dorsiflexión extrema.  El resto para los Twa en gran parte parece ser solo determinación y una buena dosis de coraje.