miércoles, 18 de febrero de 2015

Las rayas de la cebra




Las rayas de una cebra constituyen el aspecto más llamativo de la especie. Con tonalidades intensas o tenues, distribuidas por todo el pelaje o focalizadas en un sector. Según recientes hallazgos cumplen funciones vinculadas a la regulación de la temperatura corporal.

¿Por qué se rayó  la cebra se preguntan frecuentemente los científicos?  Si bien coinciden en que las rayas constituyen un mecanismo adaptativo, aún no logran definir bien que significan desde el punto de vista evolutivo. Para algunos estarían vinculadas con la evasión de predadores tales como por ejemplo el león. Según afirman algunos expertos  las  rayas permiten generar una especie de ilusión óptica que al modificar la percepción del tamaño, velocidad y trayectoria de la presa confunden al predador.

Otros creen que generan un efecto repelente, siempre útil contra molestas picaduras de tábanos. Algunos estudios dan cuenta  que en zonas en donde predominan estos insectos -que prefieren  para alimentarse las patas del animal debido a que en esa zona la piel es más fina- las cebras suelen tener rayas en las extremidades.

Thomas Smith, investigador del Departamento de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de California, en tanto considera que uno de los principales estímulos para la aparición de las rayas es la temperatura del medio ambiente a la que está expuesta. En un artículo, publicado recientemente con un grupo de colaboradores en la revista Royal Society Open Science, logró determinar que a medida que el calor se incrementa  las rayas también ganan distribución y tonalidad.

Por medio de un modelo de simulación documentó que en aquellas zonas de África más cercanas a los trópicos las cebras lucían rayas más extensas  y definidas. Hacia el sur tendían a atenuarse y desaparecer. Por el contrario no encontraron ninguna correlación entre la presencia de rayas y encuentros con leones o tábanos en las zonas estudiadas.

El citado mecanismo de termorregulación ya ha sido propuesto en estudios anteriores. Surge de una hipótesis a confirmar: las rayas negras y blancas reaccionan de manera diferente frente al calor y generan un remolino de aire que desencadena luego un efecto enfriamiento.  A mayor contraste entre blanco y negro, mayor enfriamiento.


Si bien para Smith puede no ser el único mecanismo involucrado – las rayas únicamente en las patas del animal serian mejor explicadas por medio de su efecto repelente contra tábanos-  la termorregulación  luego de su aporte pasa a ser un mecanismo fundamental a la hora de explicar  por qué se rayó  la cebra.

Imagen: Flickr